El presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuestionó duramente este martes la injerencia del gobierno estadounidense en los asuntos internos del país y exigió públicamente que no interfieran con las decisiones del sistema judicial colombiano. La reacción surgió luego de que la Embajada de Estados Unidos en Bogotá difundiera declaraciones del secretario de Estado, Marco Rubio, criticando el fallo que condenó al expresidente Álvaro Uribe por soborno.

“Le solicito a la embajada de EE.UU. en Colombia no entrometerse en la justicia de mi país”, escribió Petro en la red social X. En su mensaje, el mandatario respondió directamente a las expresiones de Rubio, quien había calificado la condena contra Uribe como una “instrumentalización de la rama judicial por parte de jueces radicales”, agregando que el “único crimen del expresidente colombiano ha sido defender su patria”.

Petro recordó que en Colombia decenas de jueces, fiscales y magistrados fueron asesinados por enfrentar al narcotráfico y sus vínculos con el Estado, y advirtió que las declaraciones de Rubio constituyen una falta de respeto hacia quienes arriesgaron y perdieron la vida luchando por la justicia. “Mucha valentía colombiana muriendo asesinada por ayudar a los EE.UU. para que, ahora, el gobierno de los EE.UU. venga a irrespetarla”, remarcó.

Además, el jefe de Estado hizo un llamado a las asociaciones judiciales de Estados Unidos para que se solidaricen con el Poder Judicial colombiano, el cual, dijo, “está siendo agredido por un gobierno extranjero”.

Colombia reafirma su soberanía

En sintonía con las declaraciones de Petro, la canciller encargada de Colombia, Rosa Villavicencio, también rechazó las afirmaciones del funcionario estadounidense. “Su intromisión en asuntos judiciales colombianos vulnera nuestra soberanía y desconoce la independencia de la justicia”, señaló Villavicencio, aludiendo directamente a Rubio.

El intercambio se produce en medio de una creciente tensión por el fallo que convirtió a Álvaro Uribe en el primer expresidente colombiano condenado por corrupción, en un caso por manipulación de testigos. El respaldo de Washington al líder conservador generó malestar en el Gobierno de Petro, que considera que la Casa Blanca está interviniendo en procesos que son competencia exclusiva de la justicia colombiana.

La controversia refuerza el mensaje de Petro de defensa de la institucionalidad y la soberanía nacional frente a presiones externas.