El empresario Walter Geringer, dueño del cine Milenium de Santa Rosa, cuestionó esta mañana el destino de los fondos que recauda el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Según señaló, el organismo continúa recibiendo aportes de las salas de cine de todo el país, pero esos recursos ya no se destinan como antes a la producción de nuevas películas.

En diálogo con El Aire de la Mañana (Radio Noticias FM 99.5), Geringer se refirió a la polémica en torno a Homo Argentum. “Mejor que la película sea porteña, porque no refleja un gen argentino sino lo peor de la sociedad”, expresó, aunque reconoció: “Las funciones en Santa Rosa son a sala llena, me pareció una buena película, pero no representa el modelo de argentino sino lo peor. Los directores son muy buenos (Mariano Cohn y Gastón Duprat), pero ocurrieron cosas detrás”.

Respecto al personaje interpretado por Guillermo Francella, explicó que se basa en “los Pepe Argento de la sociedad, alguien que tenía mucho de argentino pero que, al mismo tiempo, era una basura de persona”.

Éxito en taquilla

Geringer remarcó que la película es un fenómeno comercial: “Lleva 500 mil espectadores en todo el país, anda muy bien. La polémica no es con la película, sino con lo que se dice alrededor”.

Debate sobre el Incaa

Consultado por las declaraciones de Francella y el rol del organismo estatal, Geringer cuestionó los rumores de que el cine argentino puede sostenerse sin el Incaa. “Hay muchas voces desacertadas. Si bien el instituto está intervenido, la ley de cine no está derogada. La gente cree que Francella encaró un emprendimiento privado, pero el Incaa sigue recaudando. El problema es que se juntan millones y esos fondos no se vuelcan en nuevas producciones”.