A un año de la misteriosa desaparición de César Mariano Calluqueo, su familia volvió a reunirse para recordarlo y renovar el pedido de verdad y justicia. El encuentro tuvo lugar en la calle Juan Pablo II, cerca de la laguna Quetré Huitrú de General Acha, donde los allegados levantaron un pequeño espacio con su nombre y una placa en su memoria. Participaron su esposa Ofelia, sus hijos César, Ángela, Bruno y José Luis, además de nietos y otros familiares, quienes compartieron un momento de profunda emoción.
Calluqueo fue visto por última vez el 10 de noviembre de 2024, cuando salió a caminar como solía hacerlo habitualmente. Desde entonces, nada se sabe de su paradero. Su familia insiste en que la búsqueda no se detenga y reclama respuestas al Estado.
Su hijo, César Alberto Calluqueo, escribió una carta en la que relató cómo aquel día “la vida cambió para siempre”. Contó que su padre, de 75 años, padecía los primeros signos de demencia senil, pero llevaba una vida tranquila y era conocido por los vecinos del pueblo. Ese domingo dejó una nota sobre la mesa que decía: “Ofe, salgo a caminar, vuelvo enseguida, 16 hs”. Desde entonces, no se volvió a tener noticias de él.
Según detalló, las cámaras de seguridad lo registraron caminando por sectores rurales fuera de su recorrido habitual, y dos personas aseguraron haberlo visto en la ruta 9. La búsqueda comenzó esa misma noche, pero la familia denunció falta de protocolo, coordinación y apoyo estatal.
“El Estado fue selectivamente ausente. En lugar de acompañar, nos enfrentamos a respuestas burocráticas y una guerra de egos entre instituciones. Cada hora perdida pudo marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, sostuvo el hijo, apuntando al fiscal Bautista Méndez por su inacción.
Ante la falta de respuestas, los familiares emprendieron una búsqueda comunitaria junto a vecinos y dos efectivos policiales. “No me rindo, porque mi papá no puede ser un desaparecido más. Merece un lugar donde descansar y nosotros, su familia, merecemos la verdad y la paz”, expresó.
La familia agradeció al grupo Perros Detectores K9 de Punta Alta, dirigido por Lucas Maciel, por colaborar de forma solidaria en la investigación, así como a los medios locales y al intendente Abel Sabarots.
Su hija Ángela también compartió un mensaje: “Prohibido olvidarte, papá. Es muy triste que para nuestra provincia solo seas un desaparecido más”.
En el sitio donde fue visto por última vez, colocaron una placa con una frase que resume el sentimiento de todos:
“Patito… te fuiste dejando huellas invisibles. No hubo despedidas, pero tus recuerdos nos dan fuerza. Tu legado de amor y bondad vivirá por siempre en nosotros. A un año de tu desaparición, te seguimos buscando.”
Bajo ese caldén que fue testigo de su paso, la familia de César Calluqueo mantiene viva la esperanza de encontrar respuestas.

