Ante la caída de ingresos por coparticipación derivada del ajuste fiscal nacional, la Municipalidad de Eduardo Castex implementó un mecanismo recaudatorio que traslada a los vecinos el costo de obras financiadas con fondos provinciales. A través de la declaración de “Utilidad Pública”, el municipio comenzó a cobrar en cuotas trabajos ya ejecutados, como la pavimentación de 50 cuadras, aplicando un esquema que replica el cuestionado modelo de Participación Público-Privada (PPP) utilizado sin éxito durante el gobierno de Mauricio Macri.
Con mayoría en el Concejo Deliberante, la gestión de la intendenta Mónica Curutchet (JxC) aprovechó el contexto y aprobó esta modalidad, argumentando que permitirá sostener un Fondo de Pavimentación. Sin embargo, el presupuesto municipal 2025 no contempla partidas específicas para nuevas obras de asfalto.
De obras subsidiadas a cuotas vecinales
El esquema también se extendió a otras intervenciones urbanas financiadas con subsidios del gobierno provincial, como los programas Propays y Promanca, ambos ejecutados por la Administración Provincial de Agua (APA). En lugar de brindar estas obras como servicio público, la comuna las transforma en deuda vecinal: los frentistas deben abonar las mejoras en cuotas.
Uno de los casos es la construcción de 4.500 metros de cordón cuneta, para la cual se utilizarán 42 millones de pesos provenientes de fondos municipales y del programa Propays. Los trabajos beneficiarán a 43 familias y abarcarán varias cuadras en los barrios. Sin embargo, quienes viven en esas calles deberán pagar los costos a través de un sistema de financiación local.
La secretaria de Hacienda, Verónica Curutchet, justificó la medida como una forma de lograr “autonomía económica” para evitar conflictos en la ejecución de obras o el pago de salarios. El modelo replicado, llamado “PPP urbano” o “modelo chileno”, fue definido por el Banco Mundial como un acuerdo en el que el sector privado asume la ejecución de servicios que son responsabilidad del Estado, recuperando su inversión a través de pagos, peajes o cánones. En este caso, la figura adaptada implica que el vecino, como “beneficiario”, se haga cargo del pago de obras ya ejecutadas con fondos públicos.
Obras hídricas con el mismo modelo
Además, con recursos del programa Promanca, la comuna está llevando adelante la limpieza de 2.500 metros de canales pluviales para garantizar un correcto escurrimiento durante lluvias intensas. La intendenta destacó el rol clave del programa y agradeció el acompañamiento del gobierno provincial, aunque aclaró que esas obras también forman parte del esquema de cobro a los vecinos.
Curutchet sostuvo que estas iniciativas no solo mejoran la infraestructura, sino que también generan empleo y dinamizan la economía local. En total, el municipio ya recibió tres o cuatro Promanca y una cantidad similar de Propays, que según señaló, permiten llevar adelante obras que serían inviables con recursos propios.
Críticas y cuestionamientos
El modelo, sin embargo, genera críticas por reeditar una lógica de privatización encubierta del espacio público, y por cargar sobre los vecinos el peso de obras costeadas por el Estado provincial. La utilización del esquema PPP —fracasado a nivel nacional— en el plano municipal, y en un contexto de fuerte ajuste, alimenta las dudas sobre la verdadera orientación del gobierno local.
Mientras se presenta como una “gestión ordenada”, la estrategia de Castex parece apostar por una recaudación camuflada que puede agravar la presión económica sobre las familias en un escenario de creciente crisis social.