Un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reveló que entre noviembre de 2023 y febrero de 2025 cerraron 13.111 empresas formales empleadoras en el país. La contracción afecta principalmente a pequeñas y medianas empresas (pymes), que representan el 99,7% de los cierres registrados.
Según las cifras, la cantidad de empleadores que declaraban trabajadores ante la Superintendencia de Riesgos del Trabajo descendió de 512.357 a 499.246 en ese lapso, marcando una reducción sostenida en el entramado productivo nacional.
Sectores más afectados
El sector más golpeado fue el de transporte y almacenamiento, que perdió 3.321 empleadores. Le siguieron comercio y reparación de vehículos (1.869), construcción (1.804) y servicios profesionales y técnicos (1.671).
En paralelo, la caída del empleo registrado alcanzó los 219.670 puestos. La administración pública, defensa y seguridad social fue el rubro con mayor merma, con 122.801 empleos menos. La construcción también evidenció un fuerte deterioro con 83.750 bajas, seguida por transporte y almacenamiento (52.849) e industria manufacturera (27.606).
En términos porcentuales, la construcción se desplomó un 17,5% en cantidad de trabajadores, mientras que transporte y almacenamiento registraron una caída del 9,9%, y el sector público, del 4,6%.
Advertencias del sector industrial
Desde el sector empresarial alertan que la situación podría empeorar. El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, advirtió meses atrás que, de mantenerse el rumbo actual, podrían cerrarse 25.000 pymes y perderse hasta 300.000 empleos formales durante este año.
Por su parte, la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC) estimó que entre julio y diciembre de 2024 cerraron 6.500 pymes, que se suman a las 10.000 clausuradas hasta junio de ese mismo año, afectando a unos 380.000 trabajadores desde el inicio de la actual gestión.
Las principales causas señaladas por el sector empresarial incluyen la caída del consumo interno, el aumento de costos fijos como servicios y alquileres, y una política cambiaria que afecta la competitividad local frente a productos importados.